La polémica Hebe de Bonafini le entró con los tapones de punta al desaparecido ex-presidente Raúl Ricardo Alfonsín Foulkes y criticó duramente a los ciudadanos que despidieron al controvertido líder radical como si fuera el salvador de la Patria y el campeón de los derechos humanos.
(MADRES.ORG) Hebe de Bonafini. Discurso del 2 de abril de 2009
"Bueno compañeros, hasta ahora, hasta hoy, las Madres no nos pronunciamos por la muerte de Alfonsín. No quise hablar con nadie y escuché, como habrán escuchado todos y habrán visto estos días, todo lo que pasaba. Vimos grandes hipócritas que lo tuvieron cuestionando todo el tiempo y lo golpearon todo el tiempo, llorando y hablando de él como que fuera San Martín.
Yo desde acá, desde esta Plaza, quiero hablar con mucho respeto porque la muerte siempre es para respetar y también para respetar a la familia y a los radicales que sí querían a Alfonsín y que sí lo acompañaron a Alfonsín. Para ellos, el respeto.
Pero para la gente que no sabe qué pasó y que fue a llorar, para la gente que no sabe qué pasó e hizo 16 cuadras de cola, yo les quiero decir que para Alfonsín las Madres éramos una mala imagen. Y como éramos una mala imagen en esta Plaza nos mandó a desalojar con un grupo de radicales jóvenes con las boinas blancas y nosotras los echamos a ellos, y hoy seguimos estando en esta Plaza, pero Alfonsín nos echó de esta Plaza. La gente tiene que saberlo.
El Doctor Alfonsín dijo que las Madres éramos ‘antiargentinas’, que nuestro discurso por los desaparecidos, que para él eran ‘terroristas’ porque él fue el que operó todo el tiempo con la Teoría de los dos demonios, unos iguales a los otros, hablando de ‘guerra sucia’. Acá no hubo una guerra ni hubo terrorismo. El terrorismo fue el del Estado, el Terrorismo de Estado que él defendió.
Alfonsín, es verdad, hizo el Juicio a las Juntas, muy selecto, en tribunales civiles bajo el código de Justicia Militar y pidió que las Madres no entráramos con pañuelos porque el pañuelo era un ‘signo político’. No nos podemos olvidar de todo eso. Y después que condenó, con ese juicio que dicen que fue maravilloso y que fue muy selecto porque en ese juicio no se condenó a ninguna multinacional, porque no quiso tocarlas, porque no quiso hablar de la Pepsi, de la Coca, del papel Ledesma.
No se quiso hablar, se prohibió porque esos los tipos que le pagan las campañas a los políticos, por eso no se habló de las multinacionales y no lo podemos olvidar, y sigo diciendo que respetamos a la familia y respetamos a los radicales que lo quieren pero basta de tanta hipocresía de que ahora Alfonsín es como San Martín, por favor no nos equivoquemos. Tampoco es un héroe.
Es verdad, condenó, y al poco tiempo las dos leyes de perdón y perdonó a todos los asesinos que caminaron por este país todo el tiempo que quisieron.
Y también, compañeros, tengamos todos muy claro, vimos por la televisión mucha gente, es verdad, pero no había ni pobres ni trabajadores: era una marcha, era una concentración de la clase media y la clase alta que siempre salen para estas cosas pero nunca reclaman por el trabajo, ni por la comida, ni por la salud. No nos equivoquemos, no había pobres. Casi era una marcha llena de cajetillas. Que no se ofendan pero es así, esta Plaza no la puedo usar para ser hipócrita ni tampoco me quiero callar.
Éramos una mala imagen, seguimos estando. Éramos las Madres de los ‘terroristas’, seguimos estando. Hablamos y éramos ‘antiargentinas’, y seguimos estando. Que en paz descanse el doctor Alfonsín y todo el respeto para su familia y los radicales que lo quieren, y el más grande repudio para todos los hipócritas que lo fueron a aplaudir".