Las milicias de la naciente República Separatista de San Isidro patrullan la "zona caliente" de la "Franja de Grasa" ante la atenta mirada de un peligroso niño fedayín perteneciente a la insurgencia sanfernandina.
Como "San Isidro es distinto", algunas versiones aseguran que el intendente Posse subirá la apuesta y comenzarán en la "franja de grasa" patrullajes mixtos de la policía bonaerense, acompañados por una guardia civil formada por las fuerzas vivas locales. Estos contingentes estarían formados por empleados municipales, policías retirados, veteranos de la guerra de Malvinas y bomberos voluntarios quienes serán convocados en los próximos días para reforzar las recorridas en las zonas calientes del distrito.
Es interesante destacar que en San Isidro funciona un "patrullaje mixto" formado con personal municipal y miembros de la policía bonaerense que participan en las tareas de prevención policial. Para esos fines, el municipio tiene una dotación de unos treinta patrulleros "municipales" que complementan a las unidades suministradas por la provincia de Buenos Aires.
No deja de ser curioso que las últimas encuestas sanisidrenses indican una excelente elección del PRO de Mauricio Macri, jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires. Como apareció publicado en diversos medios, durante la gestión del ex-presidente de Boca Juniors se están instalado un promedio de once familias por semana en la villa 31 del barrio porteño de Retiro y la población de los asentamientos porteños ha llegado a a una cifra récord que oscila entre las 195.000 a las 235.000 personas. Con estos guarismos, se puede sacar como conclusión que la miseria es PRO.
Esto es un detalle que hay que tener en cuenta, puesto que el residencial barrio de San Isidro cuenta con varios asentamientos muy populosos entre los cuales se destaca "La Cava" situada detrás de los antiguos terrenos de Obras Sanitarias de la Nación, en la intersección de las calles Intendente Tomkinson y Rolón de Beccar. Así que si viene la onda "PRO" por San Isidro, seguramente la villa "La Cava" se ampliará en forma exponencial sobre el territorio del "whitepower" sanisidrense.
Discriminar es legal en la coqueta comuna de San Isidro.
Gracias a la construcción de un muro de protección en el residencial barrio de "La Horqueta", la gente linda podrá gozar del nuevo régimen de aparheid impulsado por el "whitepower" del intendente Gustavo Posse. La medida le posibilitará a los ciudadanos de primera aislarse de la horripilante "sensación de inseguridad" que reina en las calles del conurbano bonaerense.
Hace pocos días, el intendente de esa localidad se mandó una espectacular borocoteada al abandonar el kirchnerismo y buscar abrigo en la Coalición Cívica, detrás de las amplias faldas de Elisa Carrió. Y ya se están empezando a ver los resultados de esta poco difundida cabriola política.
Como "San Isidro es distinto", algunas versiones aseguran que el intendente Posse subirá la apuesta y comenzarán en la "franja de grasa" patrullajes mixtos de la policía bonaerense, acompañados por una guardia civil formada por las fuerzas vivas locales. Estos contingentes estarían formados por empleados municipales, policías retirados, veteranos de la guerra de Malvinas y bomberos voluntarios quienes serán convocados en los próximos días para reforzar las recorridas en las zonas calientes del distrito.
Es interesante destacar que en San Isidro funciona un "patrullaje mixto" formado con personal municipal y miembros de la policía bonaerense que participan en las tareas de prevención policial. Para esos fines, el municipio tiene una dotación de unos treinta patrulleros "municipales" que complementan a las unidades suministradas por la provincia de Buenos Aires.
No deja de ser curioso que las últimas encuestas sanisidrenses indican una excelente elección del PRO de Mauricio Macri, jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires. Como apareció publicado en diversos medios, durante la gestión del ex-presidente de Boca Juniors se están instalado un promedio de once familias por semana en la villa 31 del barrio porteño de Retiro y la población de los asentamientos porteños ha llegado a a una cifra récord que oscila entre las 195.000 a las 235.000 personas. Con estos guarismos, se puede sacar como conclusión que la miseria es PRO.
Esto es un detalle que hay que tener en cuenta, puesto que el residencial barrio de San Isidro cuenta con varios asentamientos muy populosos entre los cuales se destaca "La Cava" situada detrás de los antiguos terrenos de Obras Sanitarias de la Nación, en la intersección de las calles Intendente Tomkinson y Rolón de Beccar. Así que si viene la onda "PRO" por San Isidro, seguramente la villa "La Cava" se ampliará en forma exponencial sobre el territorio del "whitepower" sanisidrense.